No sé en realidad en qué momento
emergió este nuevo universo, que hecho hizo que los personajes Disney se
convirtiesen en individuos de carne y hueso y ocupasen de nuevo las grandes
pantallas e inmensas salas de cine. Sin embargo, lo cierto es que estas
recreaciones de la vida real vienen desde tiempo atrás.
Quizás los recuerdos más cercanos
los tengamos con la no demasiado tétrica producción de Tim Burton de 2010 en la
que se rescataban esos personajes del mundo tecnicolor de los años cincuenta de
Alicia en el País de las Maravillas.
Mia Wasikowska personificaba la rebelde Alicia, que junto a Johnny Depp, como
un chiflado sombrerero, y una delicada Reina Blanca de cabellos plateados,
encarnada por Anne Hathaway, se enfrentaban a la villana con más súbditos
descabezados de todos los reinos conocidos. Aquí, en el mundo real, Helena Bonham
Carter, en el universo Disney la Reina Roja.
No obstante, remontándonos aún
más en el tiempo, una de las primeras películas en ser convertidas en material
de carne y hueso fueron los 101
Dalmatians aquella crítica en cubierto a la práctica del uso de piel animal
para la fabricación de prendas de alta costura. Una villana de pelo bicolor,
risa estridente y fumadora compulsiva obsesa de los cachorrillos blancos como la nieve bañados
de motas azabaches era la protagonista de la producción. La encargada de darle
vida, Glenn Close, que retrató a la perfección la esencia neurótica, excéntrica
y malvada de la vil villana Disney. Sin embargo, el filme no pasó más allá de
una recreación de un clásico cuento Disney traído a la vida real.
De ahí viajamos hasta el país
donde los niños no crecen, pero para encontrarlo tendremos que dirigirnos hacia
la segunda estrella a la derecha y todo recto hasta el amanecer. El actor
Jeremy Sumpter, en 2003, encarnaba al perpetuo niño Peter Pan, y junto a él los pequeños ingleses Wendy, John y
Michael, regresaban hasta el País de Nunca Jamás. En él atravesaban por
numerosas aventuras contra el bellaco pirata temeroso del tick tock: El Capitán Garfio.
Aunque la película no va más allá
del argumento planteado en 1953 por la factoría Disney, esta hacía soñar de
nuevo tanto a niños como adultos. Un nuevo paraíso de ensueño en el que todo
podía suceder con la gracia e inocencia singular de un niño.
En 2012 dos Blancanieves batallaban por ocupar el mejor puesto en las grandes
pantallas. Por un lado teníamos la inexpresiva Blanca Kristen Stewart, salvada de
su carente interpretación por la perversa y a la vez majestuosa actuación de la
villana Charlize Theron como ‘Evil Queen’.
El cuento Disney, en esta ocasión, se inundaba de oscuridad, y la malvada musa
de Dior luchaba hasta límites insospechables por ser la más bella de todo el
reino, aunque eso significase acabar con la vida de la joven Blanca.
Rompiendo con el clásico cuento,
aunque la base reside en los mismos principios, Blancanieves es rescatada,
protegida y acaba enamorada del destituido Thor, convertido aquí en cazador, rechazando abiertamente al príncipe Sam Claflin. La película se convierte en
una reinvención de fantasía, tradición medieval, efectos llamativos al
espectador y esencia compositiva que queda desnutrida por la falta de
sentimiento por parte de su protagonista, a la vez que enfurece y nos atrae por
la violenta mirada de la dorada Charlize Theron.
En segundo lugar tenemos la
comedia, de carente sentido del humor, fantástica de Blancanieves Mirror Mirror, protagonizada por la joven de labios
rojos y la impecable malvada de altísimo estilismo Julia Roberts. La novedad
ante esta nueva producción era el punto de vista tratado, mientras que siempre
era contado desde la visión de la delicada Blanca, en esta ocasión la
protagonista es la excéntrica Malvada.
En 2014 los cuentos Disney daban
un giro de 180º con Maléfica, la
malvada del cuento pasaba a ser la protagonista, pero la cosa no quedaba ahí,
la villana resultaba no ser tan villana como siempre había sido retratada, tan
sólo se trataba de un alma que había sido rota y manchada y que ahora tenía sed
de venganza. Sin embargo, a pesar de tanto dolor, Maléfica se recrece y vuelve
a emerger de la oscuridad salvando a la joven y delicada Elle Fanning,
portadora del personaje de Aurora.
El filme recibió honores y
ovaciones por doquier, la sutileza y elegancia de la tierna Elle Fanning superó
expectativas y Angelina Jolie consiguió superarse en su habilidad
interpretativa, pasando del amor, al odio para regresar de nuevo al más puro
amor. Asimismo, se habría un nuevo camino inexplorado, la princesa de cuento era
salvada por el amor verdadero, el amor de una madre, quedando así el príncipe
relegado de su puesto.
Y ahora parece que el 2015 se
aproxima con mucha más magia, más mundo Disney traído al mundo terrenal con
personajes de carne y hueso. Primero teníamos noticias de Cenicienta. La princesa Disney súbdita de su madrastra y
hermanastra será encarnada por la británica Lily James. En contra, como villana
tendremos a Cate Blanchett. Aunque aún hoy no se sabe demasiado de la historia,
según el tráiler que hemos podido ver parece que no se desvinculará de la línea
trazada previamente por Walt Disney. Para ver el reloj de medianoche y la
pérdida del zapatito de cristal tendremos que esperar al 23 de marzo del
próximo año.
Y aún más reciente si cabe,
tenemos Pan, la reinvención del
clásico cuento de Peter Pan. En él se verán los orígenes del niño de Nunca
Jamás gracias al jovencísimo actor Levi Miller, Hugh Jackman se encargará de
dar el toque de maldad en las escenas encarnando al Capitán Barbanegra y habrá
apariciones estelares como la de la modelo Cara Delevingne interpretando a una
sirena marina. La espera permanecerá hasta el 17 de julio de 2015 cuando vea la
luz la nueva aventura Peteriana.
Llegados a este punto muchas dudas quedan sin ser respondidas. ¿Por qué esta obsesión por retomar temas del pasado, por recrear los universos plantados por Walt Disney? Muchos podrían ser los planteamientos, quizás una mina de oro fructífera, que capta tanto a los nuevos niños como aquellos que lo fueron en algún momento. Igualmente, podría tratarse de abrirse a nuevos horizontes, romper con la retrograda imagen planteada por Mr. Disney y plantear un nuevo destino a estas princesas, portarlas de libertad, sueños y capacidad de dirección de sus propias vidas. Pero si es así, ¿Por qué tantas continúan trazando las mismas líneas y siguen los mismos trazos?
Sin duda alguna, este
esparcimiento de mundo de fantasía no acabará con Cenicienta o el nuevo Pan,
podríamos dar por asegurado que nuevas princesas aparecerán de nuevo en las
grandes pantallas luchando por su protagonismo. ¿Bella se enamorará de la Bestia? ¿Mulán combatirá de nuevo con el ejército para
salvar a su padre? ¿Volverá Rapunzel a escapar de su torreón siguiendo
los farolillos? ¿Conseguirá Ariel recuperar una vez más sus dos pies? ¿Correrá Pocahontas
buscando los colores en el viento junto a John Smith?
Maléfica me encantó, en cambio la BlancaNieves de la vampira... Poco creíble
ResponderEliminarBlancanieves podría haber sido una gran película, sin embargo le falta calidad interpretativa. Charlize Theron hace un gran papel y la consigue transmitir la maldad del personaje, sin embargo entre Kristen y "misma cara para todo" y la falta de química entre ella y Thor...
EliminarMaléfica, asombrosa, no tengo nada más que añadir. :)
Un beso!