En ocasiones sueño que visito
este museo, me adentro entre sus salas y navego entre sus telas expuestas. El
Museo del Traje de Madrid es un referente mundial, en cuanto a museos textiles
se refieren, estando a la altura de grandes como el ‘Victoria & Albert Museum’ de Londres o ‘The Costume Institute’ del Metropolitan Museum de Nueva York. Hoy
nos adentramos en sus salas y conocemos un poco más de la historia de su
fundación y su colección.
- Datos Museo del Traje de Madrid:
DIRECCIÓN DEL MUSEO
Avenida de Juan de
Herrera, 2
Madrid, 28040
HORARIO
Martes a Sábado, de
9.30 a 19.00 h.
Domingos y Festivos,
de 10.00 a 15.00 h.
- Historia de la Fundación del Museo:
Aunque hoy parezca que la
historia del Museo del Traje comienza en el primer quinquenio de la nueva
centuria, sin embargo, si indagamos vemos como sus orígenes se remontan a
tiempos del reinado de Alfonso XIII, 1925.
Fue en este año cuando tuvo lugar la conocida como ‘Exposición del Traje Regional e Histórico’.
Imagen de la Exposición del Traje Regional e Histórica.
Su muestra se concibió en el
Palacio de Bibliotecas y Museos de Madrid, situado en el Paseo de Recoletos,
espacio en el que hoy se acogen dos de los mejores y mayores espacios de
conservación museística, por un lado la Biblioteca Nacional de España y en
segundo lugar el Museo Arqueológico Nacional.
Quizás lo más interesante de esta
exposición fue el ambiente en el que fueron recreados los espacios de muestra
de los trajes, ya que no solo se mostró la riqueza cultural nacional. Y es que
junto a los preciados ropajes (348 trajes completos) y piezas textiles (3914
prendas) se les acompañó de 237 acuarelas y 668 fotografías. Si a todo ello
además le sumamos, por si fuese poco, la organización por parte de un ejemplar
Comité formado por intelectuales de la época como el escultor Mariano Benlliure
o los pintores Daniel Vázquez Díaz, Fernando Álvarez de Sotomayor. Asimismo, como
principal eje constructor la duquesa de Parcent doña Trinidad von Scholtz
Hermensdorff, quien recordemos fue el alma pensante de la que sería la ‘Sociedad Española de Amigos del Arte’.
Tras cuatro años de creación,
producción y desarrollo fue el 18 de abril de 1925 cuando finalmente tal
exposición recibió su acto de apertura por parte de los reyes de la época, don
Alfonso XIII junto con doña Victoria Eugenia de Battenberg. Fue entonces cuando
comenzamos a ver los primeros vestidos de lo que llegaría a ser el actual Museo
del Traje, ya no solo por la muestra en sí misma sino por el hecho del acto
inaugural. En él, el encargado de realizar el discurso inicial el Conde de
Romanones, don Álvaro de Figueroa Torres, ofreció la idea de convertir tal
muestra en una sede fija, un Museo del Traje permanente.
Sin embargo, parece que esta
propuesta pasó rápidamente desapercibida y al finalizar la exposición las
muestras bajo préstamo fueron devueltas a sus dueños originales. En el caso de
aquellas que fueron adquiridas y donadas fueron trasladados hasta el Palacio de
Exposiciones, situado en los Altos Hipódromo, el que hoy es ocupado por el
Museo Nacional de Ciencias Naturales.
Las siguientes noticias no llegan
hasta dos años después, en 1927, ya
que es entonces cuando se decide, por Real Orden, que se debía crear la llamada
‘Junta del Patronato del Museo del traje Regional e Histórico’. La labor de
esta sería la conservación y protección de los fondos que formarían y ayudarían
a crear el propio Museo. Lo más positivo de estos años es como se aprecia una
protección por este patrimonio, creándose ya no solo la junta nombrada anteriormente
sino una Comisión rectora del que era director Mateo Silvela, una Junta
Auxiliar de Damas, una Junta Protectora y una Comisión Artística.
Antiguo Hospicio de la Calle Fuencarral. Ca. 1932.
A partir de entonces serán años
movidos para el Museo del Traje y es que en 1928 es trasladado hasta el Antiguo Hospicio de la Calle
Fuencarral, lugar donde conviviría con el Museo Municipal. Llegados a 1930, de nuevo vemos como la sede
emigra hasta el Palacio de Godoy, en la Plaza de la Marina Española.
En 1932 el Museo sufre una reorganización de sus colecciones a la vez
que aparece la imagen de la Duquesa de Parcent como presidenta de la Junta de
Patronato, además de importantes personalidades de la época que pasaron a
formar una importante parte de la historia del museo. Finalmente, en 1934, las colecciones del Museo del
Traje Regional e Histórico pasaron al llamado Museo del Pueblo Español.
Bajo la creación de don Luis de
Hoyos Sainz se pretendió fundar un lugar en el que se conservara:
“Las obras, actividades y datos del saber, del sentir y el actuar de la
masa anónima popular, perdurable y sostenedora, a través del tiempo, de la
estirpe y tradición nacionales, en sus variadas manifestaciones regionales y
locales, en que la raza y el pueblo, como elemento espiritual y físico, han ido
formando nuestra personalidad étnica y cultural”. (AMPE, 1, 1935:5).
Parece ser que este intento de
creación de un ‘Museo del Pueblo Español’ no fue una idea novedosa de los años
treinta sino que sus orígenes residen en 1915
cuando, tanto Luis de Hoyos como Telesforo de Aranzadi, enviaron al Centro de
Estudios Históricos el borrador con el que expresaba el alto interés que
supondría para la población española el contar con un museo en el que se
recogiesen todas las culturas hispanas. Este museo pensaba ser denominado
‘Museo del Pueblo Español’.
Los fondos que ocuparían el Museo
fueron tanto las del Seminario de Etnografía como la de las Artes populares de
la Escuela Superior de Magisterio. Estas colecciones fueron ampliándose en
series de objetos domésticos y útiles de trabajo adquiridos entre 1934 y 1936 con la idea de realizar un
montaje que sirviese de inauguración del centro.
Fue entonces cuando el Museo
vivió uno de sus grandes parones, y es que hasta 1971 este no consiguió ser abierto al público y, pese a ello, de
forma muy breve ya que en el verano de 1973,
por necesidades de espacio, su sede tuvo que ser desalojada del que hoy es el edificio del Senado, por aquellos
años la sede del Consejo Nacional del Movimiento.
No fue hasta catorce años
después, en 1987, cuando los fondos
del Museo fueron visibles de nuevo. Durante estos largos años fue acogido y
almacenado en la antigua Facultad de Medicina de San Carlos, localizado en la
calle Atocha, sin embargo su desalojo produjo la reinstalación y delicada
distribución en su actual edificio, que por entonces acogía el Museo Español de
Arte Contemporáneo, lo que permitió no solo su visibilidad, sino el contar con
obras para el servicio de préstamo para exposiciones y asimismo crear
exposiciones temporales complementarias propias.
Los trazos de la historia del
Museo del Traje nos llevan ahora hasta 1993,
cuando tanto las colecciones del pasado Museo del Pueblo Español como las del
Museo Nacional de Etnología, pasaron a ser uno, siendo llamado: Museo Nacional de Antropología, ya que
según el propio preámbulo del decreto conjugado:
“[…] desde una perspectiva actual no resulta coherente la separación de
ámbitos geográficos que pueden estudiarse bajo una misma metodología
científica. La visión de conjunto potenciará la finalidad esencial de ambos
centros de difundir los valores del pluralismo y la comprensión intercultural,
y la unión de capacidades y recursos facilitará el desarrollo de una
institución sólida y duradera que muestre al público la riqueza de las
colecciones etnográficas del Patrimonio Histórico del Estado”.
Sin embargo esta idea inicial
quedó en eso en ideas y palabras, ya que ambas instituciones continuaron
trabajando de forma independiente, las investigaciones y trabajos se realizaban
de forma individual y, quizás lo peor aún de todo, fue que las colecciones
continuaron sin estar visibles al público.
Con nuevas ideas, objetivos y
renovación general de la institución en 2002 se decidió rescatar tales museos
pero con una idea más contemporánea, más cercana al público en el que no solo
se acogiese las más antiguas colecciones de trajes sino esas nuevas obras que
en la edad contemporánea capturan el ojo del público, así en 2004 se abría al
público el “Museo del Traje. Centro de
Investigación del Patrimonio Etnológico”.
Actual Museo del Traje, Centro de Investigación del Patrimonio
Etnológico desde 2004.
- Edificio del Museo del Traje:
El edificio que hoy es Museo del
Traje en origen se realizó para acoger el Museo Español de Arte Contemporáneo
inaugurado en 1975. El madrileño Jaime López de Asiain y el cordobés Ángel Díaz
Domínguez fueron los arquitectos encargados de realizar entre 1971 y 1973 tal
sede. Fue un proyecto tan altamente logrado a las funcionalidades que iba a
desempeñar que consiguió el ‘Premio Nacional de Arquitectura’ de 1969.
Así hoy contemplamos un museo en
donde se buscaba la primacía de la facultad educativa dentro del recinto
expositivo, con flexibilidad en su museografía y capacitando la posibilidad de
ampliaciones cuidadosas y lógicas. El espacio exterior se conjuga como una
museografía abierta un lugar en el que se podrían exponer piezas entre las
zonas frondosas de césped. Alcanzado el interior este, como hemos mencionado,
buscaba la buena muestra de sus piezas potenciando el factor educativo, la
adaptación al espacio, a la capacidad de cambio y nuevos recorridos. Así
destaca de su estructura central el gran bloque que se eleva en el que se
acogía los departamentos de conservación, investigación, difusión, talleres,
etc.
Sin embargo, a pesar de su
galardón de 1969, todo su proceso constructivo, localización y colección fueron
objeto de controversia, testigo de ello es que su duración se alargó hasta que
en los años ochenta se inaugurase el Museo Nacional de Centro de Arte Reina
Sofía. Es así como, tras cerrar un museo, nace uno nuevo, nuestro Museo del
Traje. Además en su planta inferior se acoge el Centro de Arte Complutense (‘C
Arte C’) perteneciente a la universidad madrileña.
Hoy convertido en Museo del Traje.
Sala 1. Ver y conservar:
Vitrina de la Sala ‘Ver y conservar’. Imagen de "Una ventana desde Madrid".
La primera sala en la que nos adentramos una vez pasado el hall de entrada es, para mí, una de las estancias más importantes de todo el museo. La labor de un museo va más allá de la mera muestra expositiva de sus piezas acogidas, es un centro protector, defensor y cuidador de las piezas que allí se conservan y esta sala lo refleja.
Las piezas textiles son unas de
las obras artísticas más difíciles de conservar y perdurar en el tiempo. Su
deterioro es demasiado acelerado por lo que sus medidas preventivas deben ser
muy cuidadas, ya no solo la luz (que juega un papel fundamental) sino en la
temperatura y humedad de las salas. Motivos por los que los obras exhibidas
cambien periódicamente.
CAPUCCI, Roberto.
Conjunto. Ca. 1980.
Madrid, Museo del
Traje. Inv. MT 102900-01.
Sala 2. Tiempos Lejanos:
Como ya mencionamos en nuestro
anterior post de la ‘Historia de la Moda en el Antiguo Egipto’ para poder estudiar la vestimenta clásica la mejor fuente con la que contamos
son las pinturas y esculturas conservadas, debido de nuevo a la desaparición de
las piezas textiles. Así la sala misma la encontramos dividida en tres
secciones. La primera llamada ‘Arte y
Vestido’, seguido de ‘Tesoros del
Pasado’, llegando a ‘Lo más antiguo
de la colección’. En ella se realiza un recorrido conociendo los primeros
exvotos del periodo artístico ibero, griegos, o una ‘Santa Catalina’ del siglo
XIII. Están acompañadas estas piezas escultóricas de retratos del siglo XVII
como estudio de su indumentaria, esculturas sepulcrales y quizás la parte más
interesante, ya que marca el comienzo de los fondos de la colección del museo,
las piezas más antiguas conservada en él. Esta está formada por un bonete, dos
jubones y unos guantes.
ANÓNIMO. Retrato de la reina Isabel de Borbón. Ca.
1630.
Madrid, Museo Nacional
del Prado. Inv. PO1037.
Sala 3. Ilustración y Casticismo (1700-1788):
Así llegamos hasta el siglo de las luces, el siglo XVIII. De nuevo vemos una división interior, en primer lugar la llamada ‘Velada Musical’ en la que se acogen los trajes más lujosos dieciochescos entre los que destacan las casacas, tanto masculinas como femeninas. Además de los trajes, estos están acompañados de instrumentos musicales como un violoncello, un bajón o un salterio doble.
A continuación pasaríamos a
contemplar la llamada ‘El Paseo de los Elegantes’ el cual hace referencia al
Paseo en el que se encuentran los museos más conocidos madrileños, el Paseo del
Prado. Por último, en una vitrina dedica a él solo contamos con el manto de la
Orden de Carlos III ya perteneciente al periodo neoclasicista, datado aproximadamente
en 1804.
ANÓNIMO. Bata. Ca. 1770, Estilo Rococó.
Madrid, Museo del
Traje. Inv. MT016036A-B
Finalizando nuestro recorrido por
la Ilustración tenemos una vitrina distribuida en estantes en donde se muestran
tanto zapatos de la época, como medias, calcetines, bolsos y diversos modelos
de botonadura.
Con la llegada de la revolución
francesa, no solo significo la implantación de las tendencias textiles en el
resto de Europa sino la llegada de un nuevo periodo artístico como es el
neoclasicismo. Así este movimiento se caracteriza por el rescate de las
antiguas culturas clásicas griegas y romanas lo que verá su reflejo además del
arte en la indumentaria. La moda neoclasicista tendrá cortes de escotes más
bajos, las telas perderán peso y las tonalidades se aclararán.
Junto a los trajes más europeos
tenemos la muestra textil del ‘majismo’,
recordemos los cartones de Francisco de Goya para la Real Fábrica de Tapices.
Este traje estaba formado por una chaqueta, un chaleco corto, calzón y una faja
ajustada alrededor de la cintura, además de una cofia que recogiese el cabello.
Sala 5. Romanticismo (1833-1868):
Del neoclasicismo al romanticismo
de tiempos de la reina Isabel II. Es curioso cómo tras la cierta libertad que
posee la moda neoclasicista con el romanticismo se regresan a las pesadas
telas. Las faldas se acampanan, la seda se convierte en uno de los materiales
más empleados y la indumentaria se llena de labrados.
Así durante estas salas se
realiza un recorrido por la moda femenina diferenciando la moda dependiendo de
la actividad a realizar como un día de compras, actos de sociedad y como
asistir a los ceremonias de luto.
Sala 6. Del Miriñaque al Polisón (1868-1898):
Con la revolución industrial, la
llegada de diferentes medios de transporte, la vida cambiará y con ello la
vestimenta. Así que durante este último tercio del siglo XIX se muestra el
proceso de transformación en la indumentaria de la época. Este cambió será más
sustancial en la figura femenina, que es al que hace referencia el título de la
sala, la parte trasera de los vestidos irán disminuyendo su tamaño, lo que hará
que se destaque la figura femenina, caderas y cintura.
G&E Spitzer de
Viena. Vestido. 1879.
Madrid, Museo del
Traje. Inv. MT000416-17.
Sala 7. El Traje Regional:
En esta sala se muestran los
modelos más representativos de la moda cultural española, en la figura femenina
los mantones de manila y en el masculino los trajes de luces del toreo. Acompañándolo
en diferentes vitrinas cuentan los trajes empleados en la época para las
actividades de oficio, tales como la pesca, el pastoreo, la recolección, etc. Por
último se realiza un recorrido por los trajes propios de cada zona geográfica
española.
ANÓNIMO. Vestimenta de Pastora de Atienza (Guadalajara).
Finales del siglo XIX.
Madrid, Museo del
Traje. Inv. MT004000-08.
Sala 8. Belle Époque (1898-1914):
En esta sala se mostrará la moda
de la primera década del siglo XX, justo hasta antes del comienzo de la I
Guerra Mundial. Las figuras femeninas dejarán de ser tan robustas y duras, el
uso del corsé se reducirá, los trajes de adherirán más al cuerpo. Al igual de
importante que son los trajes de las damas de la época, son objeto de profundo
estudio los trajecitos empleados por los niños de inicios de la centuria. Estos
solían jugar en zonas verdes de parques, por lo que es normal verlos en estas
vitrinas acompañados de juguetes de la época como aros o la barquillera.
ANÓNIMO. Pendientes de Córdoba. Ca. 1900.
Madrid, Museo del
Traje. Inv. MT011485.
Sala 9. Mariano Fortuny (1871-1949):
No es de extrañar que este
diseñador cuente con una sala para su única figura, ya que marca un hito dentro
de la historia de la moda española. Aunque fue reconocido por su labor dentro
del campo de la pintura hoy sus diseños textiles recorren los museos más
importantes, sus indumentarias se encuentran altamente cotizadas, y aún a día
de hoy se desconoce el secreto de Fortuny a la hora de realizar sus famosos
drapeados del mítico ‘Delphos’.
Sala 10. Vanguardias y Modas (1914-1939):
Con el fin de la I Guerra Mundial
veremos la tendencia de los años veinte, las famosas ‘flapper girls’. Las mujeres se liberan totalmente del corsé las
figuras quedan libres, el art decó se refleja no solo en el arte, arquitectura
o joyería, los tejidos serán testimonios de este movimiento artístico. Así, las
piezas se encuentran entre espacios recreados como si en cafés y salas de baile
se encontrasen los maniquíes. Serán años ricos en donde la moda dará algunas de
las diseñadoras más renombradas de la historia, tal es el caso de: Gabrielle
Chanel, Madeleine Vionnet (os recordamos el post que le dedicamos a la diseñadora)
o la surrealista Elsa Schiaparelli.
CHANEL, Coco. Vestido, ca. 1939.
Madrid, Museo del
Traje. Inv. MT105400.
Sala 11. La Moda Renovada (1939-1959):
Esta sala abarca desde el
comienzo de la II Guerra Mundial, momento en España de fin de una guerra y
comienzo de una dictadura lo que significa que el riesgo a la hora de vestir
será menor, los cortes serán más clásicos y cuidados, los escotes reducidos,…
Sin embargo en el ambiente internacional nos encontramos con una gran
industria: el cine, que como hoy sirvió de referencia a la hora de vestir.
Recordemos a grandes como Marilyn Monroe, Grace Kelly, Rita Hayworth o Audrey
Hepburn. Además Christian Dior tendrá su presencia destacada. El parisino
creará las famosas faldas bar y su imagen del ‘New Look’ se desarrollará por
Europa y América.
GIVENCHY, Hubert.
Vestido, Ca. 1955. Confeccionado en
París.
Madrid, Museo del
Traje. Inv. 100798-99.
Sala 12. Cristóbal Balenciaga (1895-1972):
BALENCIAGA, Cristóbal.
Vestido EISA (Atribuido). Ca. 1948.
Madrid, Museo del
Traje. Inv. 093535.
La segunda sala monográfica está
dedicada a otro de los grandes: Cristóbal Balenciaga. Se realiza un recorrido
por algunos de sus diseños conservados en el Museo, los cortes sencillos,
sintonía de colores serán los precedentes españoles al New Look parisino de don Dior.
Sala 13. Moda de autor (1930-1980):
RODRÍGUEZ, Pedro.
Vestido. Ca. 1950-60.
Madrid, Museo del
Traje. Inv. MT080310.
Gracias a esta exhibición
encontraremos vitrinas dedicadas a diseñadores tales como: Pertegaz, Pedro
Rodríguez, Elio Berhanyer, Pedro del Hierro, Emilio Pucci, entre otros.
Las últimas dos salas se recorren
la moda tanto española como del resto del mundo y sus aportaciones desde los
años ochenta a la actualidad. Gracias a estas se pueden visualizar diseños
internacionales de: Jean Paul Gaultier, Vivienne Westwood, Moschino, Christian
Lacroix, Versace, Oscar de la Renta, Giorgio Armani, Karl Lagerfeld para
CHANEL,… En el concepto español tenemos a Devota y Lomba, Antonio Alvarado,
Lorenzo Caprile o Ágatha Ruíz de la Prada.
Un dato curioso es como terminan
las salas expositivas del Museo del Traje de Madrid, el espectador se traslada
hasta una pasarela visionando los diseños más contemporáneos que se acogen en
dicha institución.
Devota & Lomba.
Vestido, 1992.
Madrid, Museo del
Traje. Inv. MT111447.
- Conclusiones:
Tras haber
leído todo lo comentado anteriormente llegamos a una serie de conclusiones. En
primer lugar, el camino tan dificultoso que recorrido esta institución hasta
conseguir contar con una sede fija, en la que contar con una magnífica e
impecable colección.
En segundo
lugar, la maduración del proyecto. Lo que comenzó como una simple exposición en
la que mostrar los trajes característicos de cada región española hoy se ha
convertido en una curtida colección en la que no solo nos adentramos en la
historia de la vestimenta de nuestro país sino que pone a nuestra disposición el
poder conocer y adentrarnos de primera mano en las confecciones realizadas en el
resto del mundo, principalmente diseños europeos y americanos.
Po último, la
labor diaria del museo. La institución se ha convertido en un referente
mundial. En cada lista ejecutada de los mejores museos del mundo, el Museo del
Traje de Madrid siempre aparece como uno de ellos. Esto se debe a la
intensa labor de protección, educación,
conservación, investigación y difusión que realiza el museo. Los profesionales del
mismo nos ofrecen exposiciones temporales que no solo activan y complementan la
exposición permanente de este sino que nos acercan artes de otras zonas
geográficas.
Tan solo nos
queda decir, que esperamos una próspera y longeva vida de dicha institución,
que sus delicadas piezas museísticas sigan acogiendo nuevas creaciones, que nos
llenen con su arte y buen hacer de la cultura porque aquí estaremos nosotros,
sus visitantes diarios, sus admiradores incontables y sus discípulos que sueñan
con formar parte de él, en cada suspiro expositivo, en cada detalle
coleccionista, en cada delicadeza conservada.
- Bibliografía y fuentes consultadas:
ABC: “Informaciones y noticias de Madrid: Se inaugura la Exposición del Traje Regional”. Periódico 19 Abril 1925, página 21.
Aragón Hoy: “La colecciones del Museo Nacional de Etnografía – Centro de Investigación del Patrimonio Etnológico”.
ABC, Estilo: “El Museo del Traje de Madrid cumple su décimo aniversario”.
Campus Husso Digital: “Museo del Traje”.
Cosas de Madrid: “Claves sobre el Museo del Traje”.
El País, Cultura: “Inaugurado en Madrid el Museo del Traje, un viaje por la historia del vestido con 20.000 piezas”.
Érase una vez Madrid: “Museo del Traje”.
Es Madrid: “Museo del Traje”.
Espacio de Raúl: “Museo del Traje (Exposición del Traje Histórico, celebrada en 1925 por el Conde de Romanones)”.
Eviajando: “Museo del Traje de Madrid”.
Guía del Ocio, Arte en Madrid: “Exposición permanente del Museo del Traje”.
In Cover Magazine: “Descubriendo Madrid: el Museo del Traje”.
Madrid es Tuyo: “Museo del Traje”.
Mi petit Madrid: “El Museo del Traje cumple 10 años”.
Ministerio de Educación, Cultura y Deporte: “Museo del Traje. Centro de Investigación delPatrimonio Etnológico”.
Museo Madrid: “Museo del Traje”.
Una ventana desde Madrid: “Museos de Madrid. Museo del Traje”.
No me perdona haber bajado a madrid y no haberlo visitado, claro que al leer el post es como si lo tuviera enfrente, cdo vaya voy a saber más q los guías
ResponderEliminarYa somos dos, yo no he tenido el honor de conocerlo aún en persona aunque estoy segura que en mi siguiente visita a Madrid no se me pasará. Lo pondré como lo primero de la lista.
EliminarMe alegra que te haya gustado :)